En
relación al 7 de abril Día Mundial de la Salud 2015: Inocuidad de los alimentos, hacemos hincapié en que la alimentación es uno de los determinantes de
salud que en cualquiera de sus facetas en este caso el de la seguridad
alimentaria (que los consumidores adopten las normas del Codex Alimentarius o, en su defecto, otras normas alimentarias internacionales de aceptación general) es necesario mejorar .
Y en relación también con la alimentación aqui hacemos referencia a otra faceta que es la nutritiva, y por ello comentamos un interesante estudio sobre alimentación infantil llevado a cabo por
el Programa Municipal “Alianza Social Zaragoza Redistribuye” en colaboración
con el Equipo de Intervención Comunitaria Intercultural del Casco Histórico, de
la Fundación
Federico Ozanam y en el que han
participado numerosos agentes de entidades de dentro y fuera del barrio en
varios grupos de trabajo para reflexionar y buscar posibles soluciones y medidas.
Este proceso ha tenido como
finalidad realizar un análisis intersectorial sobre alimentación y nutrición
infantil en el Casco Histórico de Zaragoza atendiendo de una forma más integral a
todos aquellos factores, problemas y necesidades que pueden influir, con el fin de mejorar la atención infantil en relación a la nutrición
y alimentación.
El punto de partida de este estudio
ha tratado de medir de una manera objetiva la prevalencia de desnutrición, de sobrepeso
y obesidad en el barrio de San Pablo, a partir de los datos antropométricos
incluidos en las historias clínicas del Centro de Salud, que no abarca todo el
Casco Histórico sino la Zona
de San Pablo
Una de las intencionalidades del
propio estudio es que los resultados del
proceso se implementen en la medida de lo posible , de forma progresiva y puedan
tener la consideración de una “Buena Práctica” con el fin de gestionar la mejora de la alimentación y nutrición
infantil, así como proponer
soluciones ante esta problemática, de forma compartida y colaborativa entre
entidades, instituciones, profesionales y técnicos en general.
Alguna de las conclusiones a las que ha llegado el estudio son:
- No se detectan problemas de desnutrición en el barrio sino más bien malnutrición, sobrepeso y obesidad sobre todo entre las clases de perfil socioeconómico más bajo, esto lleva a pensar que si se disminuye la desigualdad y la pobreza se disminuye el problema analizado.
- Las Instituciones tienen que implementar medidas que hagan frente a la potente industria alimentaria que busca sus propios beneficios, de cara a proteger la salud de sus ciudadanos.
- Hay suficientes recursos tanto públicos como privados en el barrio que proporcionan alimentos, pero puede darse una duplicidad en la utilización de recursos.
- El principal responsable de alimentación de los niños es la familia por lo que ésta debe ser el centro del trabajo para mejorar la salud de la Comunidad. Es necesario formar a las familias en habilidades,competencias y hábitos alimenticios saludables.
- Se considera que el trabajo desde el ámbito educativo(colegios, centros formativos) es fundamental.
- Se necesita formar e informar a los profesionales en la línea de alimentación sana y equilibrada para poder ofrecer un mismo mensaje a los usuarios, consiguiendo un mayor impacto sobre la población del barrio.
Por último sería deseable que esta experiencia
desarrollada en el Casco Histórico fuera
transferible a otros barrios, para que en toda la ciudad se lleve a cabo una atención
más adecuada a la infancia y sus familias en materia de alimentación y
nutrición.
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