La tecnología está cada vez más presente en nuestra sociedad, y como era de esperar, en el manejo de la salud también se ha convertido en una herramienta fundamental.
Un uso
adecuado de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) puede
favorecer y facilitar un gran número de acciones a nivel sanitario. Entre
ellas, podemos destacar: promover una intervención activa e informada del
ciudadano en el cuidado de la salud, multiplicar los canales de información
sobre temas de salud, mejorar la seguridad y calidad de la atención que reciben
los ciudadanos gracias a un mejor acceso de los profesionales a la información
clínica del paciente y a la información general, o favorecer el desarrollo de
nuevos modelos de atención que mejoren la accesibilidad del paciente y eviten
desplazamientos innecesarios a los centros.
Es evidente
pues, que las TIC son un recurso muy útil en el ámbito de la salud, pero, ¿cuál
la opinión y uso de los usuarios en relación a estas?
A través de
encuestas a la ciudadanía, el Estudio Los ciudadanos ante la e-Sanidad. Opiniones y expectativas de los ciudadanos sobre el uso y la aplicación de las TIC en el ámbito sanitario (2016) del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y
de la Sociedad de la Información (ONTSI), analiza las opiniones y expectativas de
la comunidad en relación al uso y aplicación de las tecnologías de la
información y la comunicación en la sanidad.
En él, se
analizan puntos como el uso de Internet como fuente de información sobre temas
de salud, el uso de las redes sociales como canal de comunicación, opinión y
seguimiento de su salud, el uso de los servicios y dispositivos en movilidad:
m-health, la presencia de las TIC y el desarrollo de los distintos servicios
para la gestión de los pacientes desde los servicios sanitarios (receta
electrónica, historia clínica, teleasistencia, cita por Internet y tarjeta
sanitaria) y la percepción por los ciudadanos y los cambios que se producen en
la relación médico-paciente por la incorporación de las nuevas tecnologías.
También en relación a este tema, en 2017 el ONTSI publica el estudio Big data en salud digital - Informe de resultados. En este documento se destacan las ventajas que el almacenamiento e intercambio de información electrónica tiene sobre la salud (mejorar el diagnóstico, el seguimiento de los enfermos crónicos y aminora los costes asociados a la atención sanitaria), y se hace hincapié en la necesidad de seguir trabajando en él.
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